Principales beneficios
En el caso de las niñas les permite la regulación de su nivel de energía, cuando es alto favorece una mayor regulación conductual y adaptación a contextos, en cambio cuando es bajo promueve el aumento en su extroversión, iniciativa y socialización. Además, favorece su sensibilización sensorial, capacidad de aprendizaje, motivación, expresión emocional, habilidades resilientes (capacidad de salir adelante a pesar de situaciones adversas), creatividad, espontaneidad, autoestima, desarrollo psicomotriz; por mencionar algunos.
En adolescentes, promueve los aspectos antes mencionados y la conformación de una identidad positiva y una participación social enriquecedora.
En mujeres adultas, permite el encuentro consigo misma, su verdadera esencia, antes de que viviera situaciones difíciles familiares, sociales, económicas o de pareja; con la finalidad de establecer contacto con su verdadero ser, recuperando habilidades o actitudes positivas, para aplicarlas en su realidad actual; potencializando su creatividad y espontaneidad en el arte de vivir de manera plena creando un estilo de vida que la dirija a la autorrealización, asumiendo el papel de protagonista de su vida, dando un nuevo sentido a sus experiencias y encontrándose con su verdadera pasión.
Además, de mostrar mayor flexibilidad, sensibilidad, tolerancia a la ambigüedad o conflicto, auto aceptación, sentimiento de valía, expresión y manejo emocional, por mencionar algunos aspectos.




